Aún se desconoce quién, cómo y con qué propósito rompió la contraseña de Twitter del dúo cómico Pantomima Full, llenó su cuenta de insultos y amenazas e incluso llegó a revelar el contenido de supuestos mensajes privados.El hackeo comenzó en torno a las cuatro de la tarde del jueves y los humoristas no han podido recuperar el control de su cuenta hasta las 10 de la mañana de este viernes. Los tuits injuriosos ya han sido borrados.Según pudo saber el mismo jueves 20minutos.es, Robert Bodegas, la mitad del dúo, denunció los hechos en una comisaria de la Policía Nacional. El autor (o autores) podrían enfrentar consecuencias penales si los afectados decidieran judicializar el ataque.»Habría que ver cómo se ha producido la intrusión, cómo se han apropiado de la contraseña de la cuenta de Twitter y en función de ello podríamos estar ante un delito de revelación de secretos de los artículos 197 y siguientes del Código Penal», explica Carlos Sánchez Almeida, letrado experto en delitos informáticos del bufete Almeida. Javier Prenafeta, también abogado especializado en derecho tecnológico, por el despacho 451.legal coincide y cree que los hechos encajan con «ataque a sistemas informáticos, hacking, revelación de secretos» e incluso con u «vulneración del secreto de las comunicaciones en lo que se pueda publicar».El Código Penal prevé penas que oscilan desde los seis meses a los cinco años de cárcel en los supuestos más graves para esta serie de delitos. En cuanto al contenido de los mensajes publicados, Sánchez Almeida explica que «habría que ir a los delitos de ciberacoso, amenazas y contra la integridad moral«.En este caso, que encajaría con el de amenazas no condicionadas el Código Penal prevé en su artículo 169 penas de seis meses a dos años de cárcel. En cuanto al ciberacoso, la ley prevé penas de cárcel que podrían ir desde los tres meses a los dos años multas.Sobre las culpas a las que pudiera enfrentarse Pantomima Full, Prenafeta señala que quedarían totalmente exentos. “En principio si te han hackeado, lo que hagan con tu cuenta no es responsabilidad de la víctima”.“Es muy difícil perseguir estas conductas», sostiene Prenafeta. Según explica el letrado, «la prueba la tiene Twitter, que está en EEUU», lo que complica el procedimiento. Además, sostiene que «hay que aportar pruebas de los accesos, que normalmente se habrán hecho utilizando una VPN para ocultar la dirección IP, incluso con varios salto…». «Tanto Facebook, que es el propietario de Whatsapp, como Twitter ponen bastantes cortapisas», añade Sánchez Almeida. «Para delitos más graves, por ejemplo pornografía infantil, la colaboración es máxima, lo mismo que en casos de terrorismo. En casos más pequeños, desgraciadamente, los mecanismos de investigación son muy lentos», añade el letrado.»Normalmente mucha gente no denuncia por la pereza de meterse en juicios, la gente solamente se mete en juicios por temas realmente graves», concluye Sánchez Almeida.
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